Atención con la Atención

        Este es otro ítem nada menor. Pueden presentarse una variedad de situaciones con los mozos: unas buenas y otras no tanto. Desde mala predisposición hasta la simple incapacidad física de cumplir con los pedidos que se le ordenan pueden estropear nuestra salida a la caza de una buena Pizza.

        Por lo general hay más probabilidades de ser víctimas de una mala atención en Pizzerías que nos son nuevas. En estos casos es mejor tomar algunos recaudos para no caer en las manos de un mozo con un mal día, o simplemnte novato o incapaz de sobrellevar la situación que se le presenta.

       Si la Pizzeria está con un número importante de clientes conviene elegir un lugar cercano a los mozos; o en su defecto que no quede fuera de la vista de ellos. Algunos locales presentan formas variadas y extrañas donde ciertas mesas permanecen fuera de la atenta mirada del personal. Por este motivo se suele pasar un tiempo exagerado entre visita y visita del mozo que nos ha tocado en suerte.

      Por lo general aquellos que se encuentran detrás del mostrador y sobre todo en la caja registradora, suelen tener mayor autoridad y responsabilidad. Si nos ubicamos cerca de ellos posiblemente los mozos se esmeren un poco más al atendernos.

       De nuestro lado también hay cosas que se pueden tener en cuenta para asegurarnos recibir un buen servicio de parte de mozo en cuestión: no ser cargoso; no cambiar de plato una vez pedido, o si se decide cambiar no hacerlo demasiado tarde; el buen trato es fundamental entre otras cuestiones a las que se pueden prestar atención para recibir una buena atención.  

      

Manises*

      Es habitual que cuando Salimos de Pizzas, nos encontremos con otro clásico. Al llegar a la Pizzería elegida, antes o poco después de hacer nuestro pedido, muy probablemente nos acerquen los manises*. Nosotros los preferimos grandes y con cáscara. Sin embargo hay variedades de tamaño y presentación.

      Son sabrosos y adictivos: muy posiblemente cuando uno engulle el primero no cese de llevarse otros a la boca hasta la llegada de la Pizza solicitada. Por eso hay que tener precaución de no dejarse llevar por nuestro instinto voraz si tenemos oportunidad de Salir de Pizzas.

       Tienen fama de poco saludables. Pero solamente son pesados y en una adecuada cantidad son beneficiosos para la salud por ayudar a disminuir nuestro colesterol malo. Pero para nosotros la salud es de importancia relativa: la cuidamos siete días a la semana, menos cuando Salimos de Pizza.

      Los manises*, acompañan la birra y constituyen un elemento fundamental de la espera de la Pizza. Hacen más llevadera la charla entre amigos, y ayudan, por el acto casí mecáncio que implica comerlos, a distender una situación tensa en donde el tiempo pareciera no discurrir con normalidad.

*Sabemos que se debe decir maníes, pero manises suena más mejor, vio.

     

¿Por qué?

     ¿Por qué dedicarle tiempo y energía a escribir sobre las Pizzas y Pizzerías? Es una muy buena pregunta que debimos haber respondido en la entrada número uno, pero para la cual no contamos con una respuesta convincente.

       La más sincera de las que se nos vienen primero a la mente es porque sí. Las otras menos impulsivas, son bastante parecidas a la primera. La Pizza es cómo esos personajes de la la historia o literatura que por diversas razones no han tenido, y no tienen tan buena prensa como otros de igual o menor talla. Y nosotros, como el salmón vamos en contra de la corriente.

      La Pizza cumple con muchos de los requisitos de un buen plato. Sin embargo suele ser considerada como comida de segunda: poco más que pan con queso. Como lo sostenemos desde este blog, para nosotros es todo lo contrario. Y como decimos en otra entrada, prueba de esto es que muchas veces quedamos a la saga de los Maestros Pizzeros, cuando no ocurre lo mismo si incursionamos en otros terrenos culinarios.

        La Pizza y las Pizzería merecen ser rescatadas del lugar en dónde el snobimo y la tilinguería gourmet con su lenguaje eufemístico quieren colocarla. Y eso es lo que pretendemos hacer desde aquí: darle a la Pizzas y las Pizzerías de La Plata el lugar y la prensa que se merecen.   

      

 

La Plata, ciudad...

         Desde aquí nos proponemos una tarea bastante complicada: rescatar en lo que podamos, Pizzas y Pizzerias es lo nuestro, la importancia pasada de la ciudad de La Plata. Esto es, volver a constituirnos en un foco de atracción y atención.

         Para esto contamos con algunas ventajas y muchas desventajas.

Si no contamos con uno, estamos al horno

        A la hora de Pizzerear en casa, todo aquel que predique la importancia de este elemento, seguramente se ganará varios amigos. Llama la atención cómo no contar con un horno idoneo y en óptimas condiciones de funcionamiento puede estropear la mejor de las Pizzas.

       Efectivamente, si no contamos con uno bueno, estaremos en problemas. Por más atención que prestemos para la elaboración de las Pizzas; por mejor que sea nuestra receta y por mucho que la sigamos a pie juntilla; si el elemento estrella para Pizzerear no se encuentra a la altura de las circunstancias, no habrá secreto de la tía o de abuela que pueda subsanar semejante carencia.

        Antes de decidirse por Pizzerear, uno debe cerciorarse que cuenta con un horno que funciona optimamente. Esto no es tan fácil de lograr. Nuestro horno puede andar de manera ideal para cualquier comida, pero la Pizza es otra cuestión. Sobre todo si estamos Pizzereando para un número grande de personas.

          Más adelante explicaremos qué hay que tener en cuenta para que nuestro horno funcione cómo debe hacerlo un Horno Pizzero.

Esquiva

      La Pizza posée dos ventajas difícil de encontrar en otras comidas. A excepción de los sánguches, empanadas y alguna otra comida étnica que se nos escapa, no lograremos localizar en ningún lado esos atributos que hacen a la Pizza más versátil que cualquier otro plato.

        En la actualidad la moderación y la corrección política es llevada, muchas veces a la fuerza y sin sentido,  a todo ámbito de la rutina diaria. La Pizza las esquiva y no permite que este esnobismo la haga víctima de nuevas tendencias que poco tienen que ver con la gastronomía tradicional.

Menjunje

           El Menjunje: un detalle para nada menor que distingue Pizzas y Pizzerías. Este aceite saborizado con valla a saber uno qué ingredientes, lo aplica el Maestro Pizzero por lo general sólo a las Pizzas de Mozzarella recién extraídas de las fauces del horno.

            Muy pocos conocen con exactitud en qué consiste esta preparación. Aquellos que lo elabora cuidan la receta como si fuera una poción mágica entregada en mano por dioses paganos que no permiten divulgar el secreto. Sin embargo, uno puede deducir algunos de los ingredientes con los que se prepara este Menjunje: aceite de oliva, ajo, orégano, sal, y ahí se termina nuestro poder de deducción.

            Posiblemente no haya mucho que agregar. Pero los secretos de la cocina, esos detalles que hacen que un plato se distinga de otros similares, consisten generalmente en pequeños artilugios que pasan por lo común inadvertidos para aquellas personas inexpertas.

            Mucho más que pan con queso traerá a sus lectores los secretos que se esconden en las cocinas de las Pizzerías de La Plata y que las convierten en las preferidas de sus clientes.

Aunque no se vea

      Un ingrediente prácticamente ineludible de casi cualquier Pizza es la salsa de tomate. No obstante, cuando Salimos de Pizzas, y arriba a nuestra mesa el ejemplar recién horneado con el queso fundido derramándose por los bordes de la Pizza, dificilmente nos percatamos de ella a primera vista, pero la salsa de tomate siempre está y es mejor que así sea.

       Hay diferentes ideas respecto a cómo se prepara o en qué consiste este ingrediente. Tomate, aceite de oliva, ajo y sal, es lo básico y con sólo esto una salsa de tomate para Pizza puede funcionar a la perfección. Luego, si deseamos, se puede agregar albahaca, cebolla, aji molido, orégano, y azúcar.

      El qué suscribe entiende que cuanto más presencia tenga la salsa en el conjunto de sabores de una Pizza, mejor. También consideramos que cuanta más cebolla, sin exagerar, por supuesto, contenga esta salsa, más ayudará al resultado final. Sin embargo, en este punto no nos acompañan las estadísticas y la gran mayoría prefiere prescindir delle cipolle para estas cuestiones.

      Hay una variante de Pizza de anchoas que no abunda en las ofertas de las Pizzerías. En esta la salsa de tomates cumple un rol esencial, más preponderante de lo que ya es en casi toda Pizza. Llegado el momento, especificaremos de qué se trata esta Pizza, y también indagaremos lo que nos sugieren los maestros Pizzeros de La Plata para hacer una buena salsa de tomate.  

Como en Pizzería

         Hay otra alternativa que aún no hemos siquiera mencionado. El servicio de Pizzas para fiestas. Esta opción muchas veces es una buena variante. Otras no tanto. Optar por este servicio implica algunas ventajas culinarias de una Pizzería con ciertas desventajas de no Salir de Pizzas.

         Entre las ventajas podemos mencionar que la gente que se dedica a estos menesteres saben o deberían saber más que nosotros sobre cómo hacer Pizzas. Otra, la más importante, es el mágico Horno Pizzero. Este es el mejor y no hay con que hacerle frente. Un Pizza mediocre hecha en uno de estos hornos bien manejado, dificilmente no supere los 7 puntos. De lo contrario esa Pizza nunca fue Pizza.

         Las desventajas saltan a la vista por si solas. Por más que se le parezca bastante, al optar por esta alternativa, no Salimos de Pizza. Y esto hay que remontarlo. No cruzar el umbral de una Pizzería implica no contar con algunas cuestiones, secundarias si se quiere, que hacen al folclore de Salir de Pizzas.

        La principal y más evidente es el hecho de no salir de casa. Por este motivo no contaremos con el ambiente típico de Pizzería. Además las posibilidades de elección tanto de Pizzas como de bebidas serán más acotadas. La atención de los mozos de una Pizzería es particular y por más buena que sea la atención que brinden estos servicios de Pizzas, no es la misma. Hay algunas otras desventajas de tercer orden que no merecen ser detalladas, al menos en esta entrada.

¿Esta o aquella?

        Si nos remitimos al origen italiano, no tendríamos mucha opción: la Pizza es a la piedra; cualquier otra variante deja de ser Pizza. Pero afortunadamente vivimos en Argentina. Esto nos permite contar con un par de variantes que mejoran la oferta Pizzerística y otras que simplemente la diversifican.

         En el primer caso sobresale la llamada Pizza de Molde. Para nosotros la mejor de las opciones. En el segundo encontramos la Pizza a la Parrilla. Lamentablemente para los amantes de esta variante, esta opción deja mucho que desear. Las más de las veces deberíamos sugerir a I Pizzaioli que se deciden por esta alternativa a que hagan Pizza o Asado (en el caso que les guste cocinar algo a la brasas) y no Pizza a la Parrilla. Dificilmente un ejemplar de Pizza a las Brasas cumpla con las exigencias de un Pizzario con hambre.

         La tercera opción es la tradicional Pizza a la Piedra. No es la que más nos atrae, pero debemos reconocer que bajo determinadas condiciones una buena Pizza a la Piedra es el deleite de cualquier Pizzario por más exigente que sea.

Vió cómo son las cosas...

    Hemos cambiado: tenemos que reconocer a Pietro Sorba válido como referente de este blog. Además queremos compartir con ustedes todo lo que bien puede ir llenando el espacio hasta que logremos subir nuestros propios informes y reportajes.

      En el mundo Webero hay mucho de qué nutrirse para aprender cómo, dónde, cuándo y con qué Salir de Pizzas o Pizzerear. Por tal motivo apelaremos a esta herramienta para estar en contacto con algunos de los elementos y saberes que constituyen el mundo Pizzerístico. Y en este universo, Pietro Sorba ya tiene un lugar gando. Por eso lo acercamos como fuente, diría Pancho Muñoz.

Sorpresas

       Ser exigente y poco flexible puede privarnos de buenas Pizzas. Seguramente a más de uno de nuestros seguidores les a pasado. Por no tener más opción, o por ser la más a mano de todas las posibles, hemos entrado, en contra de todo lo que consideramos conveniente, en lugares que poco tienen que ver con el mundo Pizzerístico. Nos referimos a bares, confiterías, bodegones, restarurantes, etc. No obstante hemos encontrado ahí un ejemplar de Pizza que ha quedado en nuestra memoria por estar inesperadamente a la altura de nuestras exigencias.
         El lugar que primero viene a la memoria es el bar el El Pueblito, diagonal 74 entre 16 y 17. Arribamos allí con Crespo hará cerca de cuatro años ; era de noche y nuestro propósito el de beber cerveza. A los meros fines de quitarle argumentos a los que nos puedan tildar de borrachos, pedimos una de cuatro quesos, para hacer base, como se suele decir. Inmejorable decisión.
       Entre los velos que deja el alcohol en los recuerdos y los años que han pasado de este suceso, posiblemente esto que contamos aquí tenga poco que ver con la realidad. Pero pocas veces hemos comido una de cuatro quesos que cumpla tan cabalmente con lo que se le puede exigir a una Pizza.
       En mucho más que pan con queso daremos cuenta de eso lugares que esconden Pizzas que pueden quedar dignamente en nuestra bitácora de Pizzarios.  

¿Mito, leyenda o realidad?

      La más clásica de las Pizzas es la de Mozzarella. Nadie lo discute. No obstante, cuando nos decidimos a Pizzerear generalmente no solemos ser tan ortodoxos. Llegado el momento de elegir la blanca sustancia que pondremos sobre la Pizza, descarrilamos y optamos por el malamente ninguneado queso mantecoso. Muchas veces nos asisten los hechos concretos: hay quesos, de los llamados cremosos, que superan notablemente a las Mozzarellas, o a algunas de ellas al menos.

     Sin embargo pareciera ser un sacrilegio para los Maestros Pizzeros sugerir estos quesos como sustitutos. ¿Por qué es esto? Todavía no lo sabemos de manera irrefutable. Por eso indagaremos entre los más sabiondos y suicidas del universo Pizzerístico para develar esta cuestión.

Sobre gustos, somos poco flexibles

            Algo ya hemos avanzado: nada de cosas raras a la hora de Salir de Pizzas. Mozzarella, especial, napolitana, cuatro quesos, anchoas, panceta, cebolla y a partir de aquí seremos muy duros para admitir otra variante como una Pizza genuina.

           No somos los únicos que pensamos así. Por ejemplo Alejandro Dolina (a partir de '59) sostiene algo muy parecido a nosotros o viceversa, para que no se enoje don Alejandro. Un verdadero Pizzario no se caracteriza por ser flexible. Sin embargo hay quienes que, carentes de todo snobismo y tilinguería,  se pasan de rosca en su deleite por las Pizzas, y con tal de degustar un ejemplar recién salido del horno, acepta cualquier variante. Alfredo Casero es un claro y simpático ejemplo de lo que hablamos.

Cómo es la milonga...

      Sobre Pizzerías hay muy poco escrito. Salvo lo hecho por Pietro Sorba, es escaso lo que se puede hallar sobre i luoghi dove sí fa la pizza. Más desértico es el panorama aún si nuestro propósito es allar algo sobre las Pizzerias de la ciudad de La Plata. Pareciera que la mejor manera que tenemos los platenses para atraer las miradas de lejanas tierras es el rock y el fútbol.

      Afortunadamente hemos llegado nosotros para empardarle la mano a los porteños y a todos aquellos que blandeen sus Pizza y Pizzerías como las mejores. Mucho más que pan con queso, no tiene como referencia a Pietro Sorba, ni a nadie que halla escrito o reflexionado sobre el tema que nos interesa. Somos completamente autodidactas y por eso mismo muy posiblemente cometeremos errores y horrores, pero siempre fiel a nosotros mismos.
       Los lugares poco snobs y detenidos en el tiempo son los que mejor se adecuán a nuestro parecer. Para ser más gráficos, decimos: mucha madera en el mobiliario y otras decoraciones, no muchas mesas, pocas vidrieras, Pizzas clásicas -ninguna que requiera un esfuerzo de interpretación para discernir si se trata de una Pizza u otro plato- y sobre todo rapidez y buena atención sin lenguaje rebuscado.

¿Con qué?

       Está pregunta genera pocas dudas. Una Birra será la respuesta más escuchada. Sin embargo hay quienes discrepan a la hora de elegir la bebida con qué acompañar una Pizza. Adrián Otero sugería sus preferencias con su Moscato, Pizza y Faina. Otros, los menos, optan por el vino. Los más heterodoxos y desprejuiciados apelarán a una gaseosa. Allá ellos.

       La excentricidad no es lo nuestro, y vamos por lo clásico: no hay mejor alternativa que una buena cerveza fría para adjuntarle a una Pizza recién salida del horno. Pero pedir una Birra, es fácil; que te traigan una que cumpla con nuestras expectativas, no tanto.

       La sociedades cambian. Su paladar también. Prueba de eso es que el Moscato, antes indisociable de una buena Pizza, ha cedido lugar a la Birra y el Fernet. Pero dentro del universo birreristico, hay diferencias que podrían hacer arrepentirnos de haber elegido Salir de Pizzas.

       En futuras entradas ampliaremos a qué nos referimos cuando hablamos de diferencias.

Ayerísticas

   

               Como suele suceder en casi todos los órdenes de la vida, hay cosas que permanecen inalterables por el paso del tiempo. Otras sufren por demás el efecto de la mutación de los segundos en siglos. La Pizza y el universo que le es propio no escapa a ello. A través de su historia La Plata ha sabido contar con memorables Pizzerías. Muchas de ellas, por esa mutación a la que hacíamos referencia, lamentablemente han dejado de existir hace generaciones. Con ellas se han ido saberes y elementos que han sido reemplazados por otros más nuevos que muchas veces dejan que desear.
              No obstante la imposibilidad actual de disfrutarlas, aquellos míticos lugares tendrán cabida en mucho más que pan con queso. Recurriremos a los más experimentados en temas Pizzerísticos, tanto de uno como del otro lado del mostrador, a los fines de intentar recalar en aquellas Pizzerias de antaño que resultaban ineludibles para cualquier Pizzario de vieja estirpe.

Pizzerías y Pizzerías...

         Si alguien ha llegado a leer todas nuestras entradas podrá suponer de qué hablaremos en esta oportunidad. Si Salir de Pizzas y Pizzerear no es lo mismo, el lugar que nos provea de Pizzas para llevar a cabo estas actividades, por su puesto, tampoco lo será.

           Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, decía Juan Leyrado a finales de los fatídicos '90 encarnando a Panigassi en la pantalla del 13. Y por acá anda la cosa: una Pizzería es una Pizzería y todos sabemos de qué se trata. En cambio, un lugar que sólo te provee Pizzas a distancia es, a falta de otro término, también una Pizzería. Pero no son lo mismo. Ni mejor ni peor, sólo diferentes; o en el mejor de los casos cada Pizzario sabrá jerarquizar qué es qué cosa.

           Por el momento únicamente hacemos notar esta diferencia. Ya volveremos al abordaje con esta cuestión y con otro neologismo preciso y meticuloso que no ofenda a nadie.

Capital panamericana de la Pizza

     Muchas características pueden ser definitorias de la ciudad de La Plata: las diagonales, los tilos, la catedral, la universidad, etc. Pero sus Pizzas y el apego que sus habitantes tiene por ellas no es una de las aristas más sobresalientes de los platenses. No obstante, esto no será un obstáculo para que nuestra ciudad de La Plata pueda convertirse en la Capital Panamericana de la Pizza. Esta comida es una de las más extendidas del continente americano. Si nadie se ha apropiado de semejante cargo nobiliario, no es algo que nos inhiba para apropiárnoslo.

    Por ahora esta peregrina idea es sólo una propuesta que mucho más que pan con queso lanza a  sus futuros lectores esperando a cambio sólo que hagan llegar su parecer al respecto y sobre todo su apoyo en forma de comentarios.

Don Emilio y los Pizzarios

         Nadie es perfecto y uno no es la excepción. Y a pocas entradas del inicio de este blog, hemos incurrido en un error que da cuenta de nuestros límites. Es por eso que debemos retomar y profundizar sobre el término Pizzario.

         En la primera entrada sobre este concepto hacíamos referencia a "por qué" Pizzarios. Sin embargo aquí hemos fallado groseramente. Dado que explicamos la función que ha de cumplir este término, la pregunta debió haber sido "para qué" y no "por qué". La primera deberá explicar más una cuestión personal y subjetiva que una situación fáctica relacionada con la falta de una palabra que designe al insobornable buscador de Pizzas.

¿Gourmet o Tilinguería?

        A esta altura de la cuestión pareciera necesario aclarar lo siguiente. Por mucho que nos gusten las Pizzas, y por más que nos guste comerlas en las mejores condiciones y con los mejores ingredientes, este blog no pretende ser considerado gourmet ni nada que le ande cerca. Para los rudimentarios y casi trogloditas criterios y principios que rigen este blog, todo lo que se suele abarcar con el término gourmet tiene mucho de tilinguería y por tal motivo se encuentra carente de contenido. 

       Diferenciar lo gourmet de la tilinguería no es dificil. Pero tampoco es algo sobre lo que se llegue rápidamente a ponerse de acuerdo. Para un amplio sector del universo culinario, las sutilezas y los matices son el alma de la cuestión gastronómica. Y muchos pasan horas y horas cabilando y discutiendo sobre esas diferencias que a los Pizzarios afortunadamente se nos escapan.

       Aunque siempre hallaremos divergencias entre los gustos de un Pizzario y otro, el paladar típico de este espécimen es bastante binario: o la Pizza le gusta o no le gusta. Y no tendrá demasiados argumentos para esgrimir a favor de su sentencia. Por estos carriles, poco más poco menos, habremos de andar en nuestras rutinarias entradas. 

Cosa'e mandinga

            Vaya a saber uno por qué motivo, pero la excelencia en Pizzas se le escapa al común de los mortales. Por más buen cocinero que uno sea, aunque uno pueda jactarse que sus asados son superiores a los de cualquier parrilla, que sus pastas fate in casa no tienen igual, que la cocina a la olla de fulano o mengano no tiene nada que envidiarle a ningún ristorante, a la hora de Pizzerear todo se desvanece en el aire, y sólo unos pocos privilejieados pueden empardar la mano con una Pizzería.

            Cosa'e mandinga, pero es así y no hay nada que hacerle. Por más que uno se esfuerce, la diferencia siempre está y la más de las veces es notable. Mucho más que pan con queso intentará develar paulatinamente por qué existe y en qué consiste esta barrera invisible que separa a la gente de a pie de los maestros Pizzeros. 

¿Dónde estamos, qué y cómo lo haremos?

        Lo que abunda no daña y aunque sonemos repetitivos lo volvemos a decir. Mucho más que pan con queso es un blog platense dedicado a evaluar, catalogar, juzgar, criticar, elogiar y demás etcéteras todo aquello que contribuya a que Salir de Pizzas sea lo que todo Pizzario desea, la mejor de las opciones.

        ¿Cómo lo haremos? Como es de suponer, saliendo de pizzas con una mirada escrutadora y exigente para informar a nuestros lectores qué Pizzerías de La Plata se destacan con qué producto o servicio y cuáles conviene evitar para no malgastar dinero ni tiempo.

         Nuestros reportes estarán atentos a los siguientes elementos: ubicación de la Pizzeria, la Pizzería en sí con su mobiliario y ambientación, la cocina (cuando nos permitan conocerla), el personal y la atención que brindan, el menú, y por sobre todo, la Pizza y el maestro Pizzero. 

Pizzerear o Salir de Pizzas

           Aunque parezca obvio, no lo es. Pizzerear, otro neologismo de este blog, y salir de Pizzas no son la misma cosa. Es cierto que se parecen bastante, pero también es verdad que se diferencian en un alto porcentaje.

           El concepto de Salir de Pizzas lo hemos explicado con cierta claridad, y seguiremos profundizando en él. Pero este momento es el turno de Pizzerear. Hay variantes, no muchas, pero las hay, a la hora de Pizzerear. La manera más simple y menos apetitosa de hacerlo es el de pedir una Pizza por teléfono. Esto para un Pizzario se asemeja a una suerte de sacrilegio. Sin embargo muchas veces no queda otra alternativa y se sucumbe a la ilusión de obtener un resultado menos lastimoso del que sabemos obtendremos con mayor seguridad: más que una Pizza, un cadáver de ella o un moribundo ejemplar que habrá que intentar resucitarlo sin pérdida de tiempo.

Salir de Pizzas

            No hace falta muchas explicaciones, ni obscuros exegetas para comprender frases como salir de copas, de caravana, de shopping e incluso salir de putas. En cambio, si decimos salir de pizzas, seguramente obtendremos como primera respuesta caras de extrañez e incomprensión. Pero este concepto de nuevo cuño, está cargado de significado y tradición. Todos alguna vez, y la mayoría de nosotros, muchas más de una hemos decidido reunirnos con amigos en torno a una pizza. Pero llegar a una pizzería para disponerse a pasar una buena velada no es producto de una casualidad. Las más de las veces, el viaje hacia el lugar de elección habrá comenzado con una frase del estilo de “por qué no vamos a come una pizza”, con un marcado énfasis en lo que se va a comer y no en la mera acción de salir con amigos. Todo pizzario que se precie, no llega a una pizzería tras descartar otras posibilidades. Para un pizzario, una Pizza nunca es un plan “B”. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que, para un pizzario, una pizza se asemeja bastante a un fin en sí mismo. Por eso todo pizzario tiene exigencias, pretensiones y expectativas por las cuales tamizará su experiencia insustituible de salir de pizzas.

¿Por qué pizzarios?

          Pizzario es un neologismo acuñado por el autor de este blog para designar al ignorado vértice del triangulo que conforma el mundo Pizzerístico: el comensal.  No obstante la existencia de esta palabra, la consideramos muy genérica y no abarcativa de forma cabal de las particularidades del noble comedor y buscador de Pizzas. Por tal motivo, es que de ahora en más junto a la Pizzería y al Pizzero, existe para los seguidores de este blog, el apelativo Pizzario para completar esta troika.

La tentación de lo simple

               No siempre lo más elaborado es lo mejor. Y en cuestiones culinarias esto suele ser una ley tan verificable como la de gravedad. La prueba tal vez más contundente de esto sea, junto a las papas fritas y al flan casero, la Pizza. Esta comida tiene un altísimo grado de aceptación en el común de la gente. Sin embargo muchas veces, a la hora de salir con amigos, se pueden escuchar comentarios adversos relativos a la elección de este antiquísimo plato. Mayormente estás opiniones se basan o dicen hacerlo en la simpleza de su elaboración y la escases de sus ingredientes. No obstante esto, por más que chillen y rezonguen, todos aquellos que levanten su voz en contra de una Pizza, les será harto difícil sumar partidarios a sus filas. Y mucho más complicado será para ellos no ser objeto de una andanada de críticas y vituperios de parte de esos que se deleitan sin prejuicio cada vez que pueden con una de mozzarella.

             Este blog está dedicado en parte a esas personas que tienen por costumbre preferir una Pizza por encima de cualquier otro plato sea este elaborado o no. Mucho más que pan con queso intentará constituirse en una guía fiel para los pizzarios. Además seremos, si nuestros lectores nos permiten, una vara incorruptible para todas aquellas pizzerías y pizzeros que formen parte de nuestro derrotero.
             Para lograr esto evaluaremos regularmente los elementos que hacen al ritual que llamamos salir de Pizza. Elegiremos una pizzería al azar y tomaremos en cuenta todo lo que a nuestro humilde entender permite disfrutar de una buena pizza fuera de casa: ubicación, local, atención, masa, variedades, pizzero, cocina, precio. Es muy posible que falten otros elementos a evaluar que se nos escapan a la hora de escribir estas líneas; serán agregados a medida que lo creamos pertinente.