Una foto, no una película. Esta es la manera de operar de El
Pizzario. Sus crónicas son sólo eso: relatos detallados y altamente
subjetivos de una experiencia singular que toma cuerpo en un momento y lugar
determinado. Las circunstancias de cada una de estas vivencias, muchas veces son
repetibles y otras tantas no.
Lo previsible y esperable y hasta cierto punto rutinario de una experiencia gastronómica se haya íntimamente relacionado con el grado de profesionalismo que ostenten los que se encuentren del otro lado del mostrador. Por lo que a El Pizzario respecta, es un simple comensal que le gusta escribir y no tiene prurito en hacerlo.
No es la idea, ni nunca lo ha sido. Realizar una acabada síntesis de diferentes experiencias de lo que uno, como cliente, puede encontrar en tal o cual Pizzería es ajeno a la concepción de Mucho más que pan con queso. Por cuestiones de costos, logística y agenda, El Pizzario no está en condiciones de llevar a cabo una actividad tal. Hacer eso tiene más que ver con el concepto de Mystery Shopper que con la idea original de este blog. No soy profesional de la gastronomía ni un experimentado crítico gastronómico, sólo alguien que aspira a serlo y que sabe lo que le gusta y escribe en función de ello.
Lo previsible y esperable y hasta cierto punto rutinario de una experiencia gastronómica se haya íntimamente relacionado con el grado de profesionalismo que ostenten los que se encuentren del otro lado del mostrador. Por lo que a El Pizzario respecta, es un simple comensal que le gusta escribir y no tiene prurito en hacerlo.
No es la idea, ni nunca lo ha sido. Realizar una acabada síntesis de diferentes experiencias de lo que uno, como cliente, puede encontrar en tal o cual Pizzería es ajeno a la concepción de Mucho más que pan con queso. Por cuestiones de costos, logística y agenda, El Pizzario no está en condiciones de llevar a cabo una actividad tal. Hacer eso tiene más que ver con el concepto de Mystery Shopper que con la idea original de este blog. No soy profesional de la gastronomía ni un experimentado crítico gastronómico, sólo alguien que aspira a serlo y que sabe lo que le gusta y escribe en función de ello.
Lo único objetivo en los relatos
de El Pizzario, es que son
esencialmente subjetivos. Y todo lo que en ellos se vuelque es refutable con poco
más que opinar diferente. Como en casi toda actividad humana, la gastronomía
tiene un sinnúmero de imponderables,. En cada experiencia gastronómica estos se
pueden presentar con patrones aleatorios diferentes, dando por resultado que
dos Salidas de Pizzas a la misma Pizzería produzca una foto-crónica diferente.
Sin que ninguna de las dos sea mentira ni esté equivocada.
Por lo tanto, al igual que los románticos alemanes del
siglo XIX, El Pizzario sólo promete
ser siempre sincero,
jamás objetivo.
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