Pizza con lo que haya en este vaso |
Me cuesta. Sin dudas me resulta difícil aceptar todas las bondades que se postulan sobre el matrimonio. Y menos aún en el ámbito de la gastronomía. Es más, en lo que a bebidas y comestibles se refiere, predico el noviazgo condicional.
Sí!!! como lo leen. A la hora de comer, nada de compromisos eternos y forzados, muchas veces por el que dirán. Por el contrario, como dije, pregono sólo noviazgos fogosos y condicionados por una combinación coyuntural de factores de distinta clase: a la hora de comer no hay nada mejor que un equilibrio entre lo que a uno le gusta, y lo que uno puede disponer.