Olor a Pizzería!!! Esta nota, en una ciudad inundada de detalles cool y propuestas gastronómicas fashion disfrazadas de cocina gourmet, da cuenta de una situación cada vez más difícil de encontrar.
Si uno llega con hambre a
Bacci, el aire cargado de olorcito a
Pizza recién elaborada hace que las ganas de comer se le multipliquen rápidamente por ocho. Y eso me sucedió el martes al mediodía, ni bien crucé la puerta de este local.
Hacía unos días que había invitado a mis dos hijas a comer.
_ ¿Quieren ir a comer Pizza? _Les propuse y un tanto, reconozco, les induje la respuesta.
Ellas, como respondiendo ciegamente a su carga genética respondieron con un contundente,
_ Sí!!!
No había lugar para dudas, titubeo, negociaciones, ni tomas y dacas, tampoco necesidad de buscar alternativas: comeríamos Pizza y lo haríamos re felices. Y por mi parte dinamitando la dieta auto impuesta desde el primero de setiembre.
A las doce del mediodía retiré del colegio a mi hija más grande. Media hora más tarde a su hermana. De manera poco habitual en estos tiempos, pude cruzar el centro platense sin maldecir ni envejecer demasiado. Una menos diez tomábamos la diagonal 79. Y también de manera poco común, encontramos lugar para estacionar sin necesidad de dar vueltas como un perro antes de acostarse.