martes, 7 de agosto de 2012

E per che?

          El maltrato que recibe la Pizza de parte de la gente "bien" y de cierta cocina gourmet se comprueba facilmente. Basta con hacer una comparancia; el Fondue de queso y la Pizza. Estas dos comidas están basadas practicamente en los mismos ingredientes: queso, con sus respectivas variantes, y pan con las apropiadas diferencias del caso.
           Sin embargo no es lo mismo proponer para una reunión una Fondue que una Pizza. No nos referimos a la aceptación o no de la propuesta; sino del tipo de respuesta. Todos quedarán sorprendidos con la primera y gustosos con la segunda. Y lo más seguro sea que se repita la segunda en un futuro reencuentro, y no la primera.
           Los comentarios serán de distinta naturaleza. La Pizza es como un amiga de la casa. Puede pasar desapercibida, por ser habitual su presencia. Aunque cuando no está, se la extrañe enormemente. El Fondue de queso, en cambio, es como el novio de una hija. Uno hará lo imposible para que nos guste, aunque en el fondo, sepamos que hay algo que no se ajusta a nuestra manera de ser.
          No tenemos ningún tipo de problema o prejuicio con el Fondue, sin embargo a la hora de elegir entre ambos, no dudamos y vamos por el plato de origen itálico. De hecho, no debemos ser los únicos que optan por esta alternativa. Basta ver cuántas Pizzerías encontramos en la ciudad en que nos ha tocado vivir, y cuántas casas dedicadas al plato suizo. Las diferencia numérica es abismal.
        Será tal vez que la cultura y su fuerza de atracción son elementos contra los cuales es difícil marchar. Un hecho comprobable es que a la Argentina la colonizaron los españoles y la culturizaron los italianos. Esto se puede constatar fundamentalmente en la comida. Y el apego que los argentinos tenemos por la Pizza es prueba más que suficiente de ello.

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