martes, 17 de julio de 2012

Don Emilio y los Pizzarios

         Nadie es perfecto y uno no es la excepción. Y a pocas entradas del inicio de este blog, hemos incurrido en un error que da cuenta de nuestros límites. Es por eso que debemos retomar y profundizar sobre el término Pizzario.
         En la primera entrada sobre este concepto hacíamos referencia a "por qué" Pizzarios. Sin embargo aquí hemos fallado groseramente. Dado que explicamos la función que ha de cumplir este término, la pregunta debió haber sido "para qué" y no "por qué". La primera deberá explicar más una cuestión personal y subjetiva que una situación fáctica relacionada con la falta de una palabra que designe al insobornable buscador de Pizzas.
        Ahora bien, por qué elegimos Pizzario y no Pizzerero, Pizzista o Pizzomano -aunque esta última bien podría ser el tema de una futura entrada que incursione en una desconocida patología relacionada con la ingesta compulsiva de Pizzas: algo similar a lo que le sucedía al personaje Luca, integrante de la original serie SWAT- o cualquier otra palabra con connotaciones Pizzeristicas.
       Podríamos responder simplemente porque sí. Y nadie tendría muchos argumentos en contra de esta elección: el lenguaje es básicamente un conjunto de convenciones, caprichos y casualidades. No obstante intentaremos ser menos arbitrarios.
        La península itálica tiene mucho que ver con la elección del término Pizzario. Esta palabra tiene resonancias similares a la de Corsario. Y un corsario no es otra persona que a cuenta y riesgo de su propio pellejo surcaba los mares para apropiarse de botines ajenos. No hace falta decir que todo botín digno de ser llamado así es producto de métodos non sanctos, por lo que los Corsarios tenían una cuota no desdeñable de nobleza e hidalguía, sobre todo en los relatos de su mejor retratista, el italiano Emilio Salgari
        Nosotros con mucha desfachatez, bajo el apelativo Pizzario, intentamos emular a los personajes de don Emilio saliendo al asfalto platense a nuestra cuenta y riesgo en busca de una nueva Pizzería que abordar para obtener el botín deseado.
      

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