La tentación de lo simple

               No siempre lo más elaborado es lo mejor. Y en cuestiones culinarias esto suele ser una ley tan verificable como la de gravedad. La prueba tal vez más contundente de esto sea, junto a las papas fritas y al flan casero, la Pizza. Esta comida tiene un altísimo grado de aceptación en el común de la gente. Sin embargo muchas veces, a la hora de salir con amigos, se pueden escuchar comentarios adversos relativos a la elección de este antiquísimo plato. Mayormente estás opiniones se basan o dicen hacerlo en la simpleza de su elaboración y la escases de sus ingredientes. No obstante esto, por más que chillen y rezonguen, todos aquellos que levanten su voz en contra de una Pizza, les será harto difícil sumar partidarios a sus filas. Y mucho más complicado será para ellos no ser objeto de una andanada de críticas y vituperios de parte de esos que se deleitan sin prejuicio cada vez que pueden con una de mozzarella.

             Este blog está dedicado en parte a esas personas que tienen por costumbre preferir una Pizza por encima de cualquier otro plato sea este elaborado o no. Mucho más que pan con queso intentará constituirse en una guía fiel para los pizzarios. Además seremos, si nuestros lectores nos permiten, una vara incorruptible para todas aquellas pizzerías y pizzeros que formen parte de nuestro derrotero.
             Para lograr esto evaluaremos regularmente los elementos que hacen al ritual que llamamos salir de Pizza. Elegiremos una pizzería al azar y tomaremos en cuenta todo lo que a nuestro humilde entender permite disfrutar de una buena pizza fuera de casa: ubicación, local, atención, masa, variedades, pizzero, cocina, precio. Es muy posible que falten otros elementos a evaluar que se nos escapan a la hora de escribir estas líneas; serán agregados a medida que lo creamos pertinente.