A esta altura de la cuestión pareciera necesario aclarar lo siguiente. Por mucho que nos gusten las Pizzas, y por más que nos guste comerlas en las mejores condiciones y con los mejores ingredientes, este blog no pretende ser considerado gourmet ni nada que le ande cerca. Para los rudimentarios y casi trogloditas criterios y principios que rigen este blog, todo lo que se suele abarcar con el término gourmet tiene mucho de tilinguería y por tal motivo se encuentra carente de contenido.
Diferenciar lo gourmet de la tilinguería no es dificil. Pero tampoco es algo sobre lo que se llegue rápidamente a ponerse de acuerdo. Para un amplio sector del universo culinario, las sutilezas y los matices son el alma de la cuestión gastronómica. Y muchos pasan horas y horas cabilando y discutiendo sobre esas diferencias que a los Pizzarios afortunadamente se nos escapan.
Aunque siempre hallaremos divergencias entre los gustos de un Pizzario y otro, el paladar típico de este espécimen es bastante binario: o la Pizza le gusta o no le gusta. Y no tendrá demasiados argumentos para esgrimir a favor de su sentencia. Por estos carriles, poco más poco menos, habremos de andar en nuestras rutinarias entradas.
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